Los Chakras son 7 centros de energía, situados a lo largo de la espina dorsal y conectados entre ellos. La palabra original en Sánscrito es Cakras. Aunque, hoy en día todo el mundo los conoce como Chakras. Su traducción viene a significar «rueda», «círculo» o «disco».
Se les atribuye la capacidad de poder absorber la energía exterior, transferirla y distribuirla por canales energéticos llamados Meridianos. Su labor consiste también en mantener estos canales energéticos limpios para que la energía vital fluya por el organismo. Estos Meridianos recorren tanto el cuerpo físico, como el cuerpo etéreo.
Cada chakra alimenta una parte determinada del cuerpo. Estos influyen tanto a nivel físico, como también a nivel emocional y mental. En algunos chakras confluyen emociones similares, no se les puede ver por separado. Los chakras forman una unión. Si algún Chakra está alterado o bloqueado, los demás automáticamente también lo estarán. Lo mismo sucede con los Meridianos. Se puede imaginar como una tubería con diferentes entradas y salidas de agua que alimentan un circuito. Si en algún punto hay obstrucciones, el agua fluye con menor intensidad y no nutre el organismo de la misma forma. Por ello, los Chakras son centros de vida, atraen y distribuyen la energía. Ayudan, además, a fortalecer y restablecer el cuerpo, la mente y el espíritu.
Con la ayuda de diferentes técnicas como Reiki, Meditación, etc. se les activa de forma positiva. El flujo armónico de la energía en el cuerpo físico principalmente, pero también en el cuerpo etéreo, es fundamental para el bienestar. Los chakras aumentan la energía vital, la capacidad de concentración, calman la mente, ayudan a restablecer y mantener el equilibrio emocional, bajan el nivel de estrés, provocando bienestar.
Esta sabiduría sobre los Chakras es traducida de textos en Sánscrito hacia aproximadamente 1550 al hindi. Aunque existen escritos anteriores al Sánscrito que hacen referencia a los Chakras (Cakras). En occidente su uso los dio a conocer el juez y profesor de derecho Sir John Woodroffe en una publicación en 1918 bajo el seudónimo de Arthur Avalon, titulada “The Serpent Power”.
El juez británico Woodroffe, que vivió y trabajó en Calcuta durante varios años y siendo él una persona muy interesada en ampliar conocimientos, aprovechó este tiempo para estudiar y meditar con distintos maestros esta forma de meditación. Hoy en día se sabe que con esta publicación se trata de una traducción de un texto Sánscrito “Shat-Cakra-Nirupana” comentado por él.
Los Chakras más conocidos son los importados de la India. Aunque existen referencias de otras culturas, incluso más antiguas que ya los utilizaban. En algunas culturas hoy en día se continúan usando bajo otros nombres.
El psiquiatra y psicólogo suizo Carl Gustav Jung se interesó sobre todo en la aplicación del Kundalini Yoga en psicología, insistiendo que el uso de Chakras requiere conocimientos previos sobre ellos en todos sus aspectos para su uso correcto y de provecho.
Los Chakras forman parte de una de las herramientas más valiosas que tenemos las personas para trabajar nuestro equilibrio y bienestar. Tienen un uso amplísimo, aunque en occidente se conoce más la versión simplificada.
Aunque hay muchos más Chakras, los más conocidos y utilizados son 7. Cada uno de ellos está representado por un color. Se encuentran situados a lo largo de la espina dorsal y conectados entre ellos. Sobresalen en forma de embudos unos centímetros por delante y detrás del cuerpo, como torbellinos de energía. Excepto en el caso del primer Chakra (Chakra Raíz o Muladhara), cuya apertura y zona de conexión está situada en forma de embudo hacia abajo. Y en el caso del séptimo Chakra (Chakra Corona o Sahasrara) que su apertura y conexión está arriba.
En las meditaciones impartidas en nuestro centro The Elder, incluimos diferentes técnicas de meditación o formas de trabajar con los Chakras y así aprovechar estas herramientas que todas las personas poseen.